Cuando pensé que las cosas estaban mejorando con Oscar todo se vino abajo. Descubrió otra de mis mentiras y esta vez sí lo descepcioné mucho.
Está tan triste que no llora. Es peor, porque a veces uno cree que con calmar el llanto ya se solucionó todo. Sin las lágrimas se aprecia el verdadero problema.
Ningún otro hombre me ha amado tanto como Oscar, lo sé.
Lo que me hace replantearme qué onda con el amor. Hay varias cuestiones o por lo menos dos:
1. Soy un egoísta de mierda.
2. No ha llegado la persona de la cual me voy a enamorar.
Quisiera pensar que esa persona no ha llegado pero mi historia me dice lo contrario. Al parecer soy el pendejo que la caga y que sólo pienso en mi.
Le llamé de mi celular a su número de Estados Unidos. Estaba estacionado en un Parque, llorando en el asiento del carro, con una pequeña caja de pizza sobre las piernas. Tratando de recrear los momentos en los que ibamos a comprar esa misma pizza para ver televisión en su casa. Me reprochó que el me dió lo mejor y yo en cambio lo hice sufrir mucho.
Me dijo una pregunta que no le pude responder ¿qué quieres de mi? No les respondí, porque sé que me lo dio todo. Llorando le dije que me perdonara y nunca hubiera querido que las cosas terminaran así.
Detalles más o menos. Le colgué y salí al Bar, tocaban canciones de Amy Winehouse...
No me he comunicado con Oscar desde anoche. Yo fui el que le colgué la llamada. Deberá esperar a que yo me comunique con él y la verdad se me cae la cara de vergüenza.
Hay mucha voces que me dicen que Oscar no es bueno para mi. Estoy descubriendo que es al revés no soy bueno para nadie.
Y eso es porque soy una persona incompleta, perdí una parte de mi y necesito encontrarla. Me dijo Oscar que me hacía a la víctima, la verdad es que no quiero jugar ese roll.
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