domingo, 15 de enero de 2012

huiste!

sí Oscar se fue a Cancún... de trabajo, y luego se fue a Playa del Carmen... de trabajo...

Esto es muy complejo, hay cosillas que no me atrevo a publicar ni siquiera en el blog.

El juves que oscar y yo platicamos sobre como nos sentiamos. Me dijo que el esperaba que tuviera más detalles con él, que las notitas, la rosa, los detalles. Siento que Oscar esta esperando al hombre aventurero, que venga montado en su caballo y yo no soy ese. Yo comprendí que los principes azules no existen, que existen los hombres de verdad. Ya no creo en el amor como la lámpara de inagotable aceite.
Ahora creo que dos hombres trabajan en el día arando, sembrando, regando, cosechando, secando y aplastando las semillas para sacar el aceite que provoca que esa pequeña luz nunca se apague.
YA NO CREO EN LOS PRINCIPES AZUL.

Pero talvez Oscar, siga buscando a su principe azul. Yo no sé si me rendí, yo no sé si se llama madurar, pero a mí me funciona.

También hay otra cosa, RuMoR has it!!! Desde el principio de nuestra relación ha estado presente el Ex de Oscar, le presta el blackberry, el auto, yo pensé que con el tiempo tu dejarías (Ay!, escribí como si le estuviera hablando) Quiero decir que pensé que Oscar dejaría de prestarle el auto a su ex. Pero no fue así. El rumor era que seguían cogiendo, al principio no le quise hacer caso, ahora, me pone mal pensar en ellos en una cama... Es cierto que yo no cojo con tanta frecuencia que Oscar quisiera pero las 3 veces que estamos por semana yo me lo paso bien. Croe que nos la pasamos bien.
Oscar me gusta porque es un hombre difrente, no vino ni con poemas ni con conocimientos de teatro, es así, me gusta. Me dicen mis amigos que lo notan frio, distante y seguramente yo he hecho pendejadas que él no me dice que hago, que le molestan.

Además el hizo la pregunta... ¿quieres continuar?

Hoy llega de Playa del Carmen, yo ya tengo la tarde llena de actividades... hablaremos mañana...

jueves, 12 de enero de 2012

voler...

con la frente marchita las nieves del tiempo
blanqueron mi cien
sentir que es un soplo la vida
que 20 años no es nada...
con el alma aferrada
a un dulce recuerdo que lloro
otra vez


Debería de cambiarle el nombre al blog... crónica de una relación terminada.

Con Oscar cumplí un año hace como dos semanas... y hoy me dijo... ¿crees que deberíamos continuar?

Esa palabra significa 3 cosas:
Primera: se siente incómodo conmigo
Segunda: nos tenemos mucha confianza
Tercera: podemos arreglarlo

Pero como se habrán dado cuenta, creo que soy un poquito aferrado a las cosas.
Oscar ha sido un chico maravilloso, es lo que yo esperé de un hombre. Pero al parecer no es suficiente. Nuestras diferencias, nos están separando. El camino del conocimiento mutuo en lugar de unirnos nos está separando. De verdad espero que no sea así. Aunque finalmente para eso son las relaciones, para conocerse y saber si somos la persona que buscabamos.

Oscar, lo quiero, aprendí a amarlo, a querer las cosas que no me gustaban al principio.
Con el cambió totalmente mi definición del amor. Con el aprendí que el amor no es esa chispa que te hace ir hasta el fin del mundo, sino que es el fuego de leña que todos los días esta en la casa para dar calor, hacer comida y calentar el agua para el café. Cariño, amor, y fuerza. Que son la base de la vida cotidiana.
Tal vez mis ideas cambien constantemente, pero ya no espero a que alguien venga y me ciegue de la ilusión, por el contrario, ya espero a alguien con el cual compartir una tarde de lluvia, dormir juntos, ver tele juntos, estar cada quién en su computadora.
El tiempo de las grandes ilusiones amorosas se ha ido, dejando aprendizaje, para ser más estable, más calmado, más tranquilo, más equilibrado.

A veces me pregunto si será resignación. Si me habré resignado a que no encontrar a una persona extra-ordinaria que me ilusione como lo hicieron los primeros amores y lo cambié por un amor cotidiano hecho para soportar los vientos de la vida.

Por el momento mi definción de amor es: el amor de lo cotidiano, de ser felices al ir al super, discutir el precio del tomate, de ir a cenar, de ver televisión juntos, de dormir empiernados, de tener sexo 3 o 4 veces a la semana.

Por ahora, me siento estable, contento. Con un dejo de resentimiento sobre esos amores pasionales que se vuelve eterno sólo por el hecho de durar una noche (vease Romeo y Julieta) y por no haberlos vivido cuando tenía 15, 18, 21. A mis 25 años lamento haberme portado como un adulto pequeño, pensando que no tenía novia (o novio) porque eso era asunto de grandes. Me siento insatisfecho de no haber hecho más fechorías. Me siento peor al pensar que seguiré haciendo eso, pensar como un adulto con miedo y comportandome como un niño pequeño.

¿Volver al pasado para refugiarme? Ni pensarlo, nunca me fue bien, y siendo esta la primera vez que me siento feliz con una persona... nuestras búsquedas son muy diferentes a lo que somos los dos, que se nombró la separación.

Te lloro con las manos escribiendo... no quiero que esto sea el fin.