martes, 28 de abril de 2009

Desde que llegaste

Hace cuatro años tuve una relación maravillosa con un tipo, se llama jorge. Desde eso no sé por qué no he tenido una relación larga con alguién. Desde ahí sólo he tenido encuentro fugases con otras personas y acostones.
Nuestra relación empezó en un viaje de trabajo que tuvimos, y la verdad fue maravilloso, la forma en la que nos conocimos y como se dio la relación. Hoy precisamente me dio por recordar las cosas bonitas de esas relación. Duramos 8 meses, para otro post dejaré las cosas malas y el por qué tronamos, pero vivimos momentos tan padres....
Por ejemplo cuando nos veiamos a veces nos daba por caminar, porque no teníamos un lugar a donde ir (éramos bien pobres en ese etonces, los dos jaja), entonces caminabamos por las calles de la ciudad hasta altas horas de la noche, también cuando había dinero ibamos a un hotelito... bueno caminabamos por las calles oscuras, porque la zona del centro es seguras y caminabamos y hablabamos, y en momentos en los que no pasaban carros aprovechabamos cualquier rincón para besarnos desesperadamente, tan desesperadamente, por el miedo de que nos fueran a descubrir...
También recuerdo cuando le dije que nos fueramos a la playa, llegamos en media hora, esta cerca. Caminamos por el malecón, era una tarde entre semana preciosa y en una de esas nos tiramos en la arena y como lo describe Benedetti, mi mano encontró la tuya y la tuya encontró la mia. Al menos yo con los ojos cerrados disfruté tanto esa sensación, la arena, tu a mi lado, y de repente abrir los ojos y ver el azul del cielo y combinar esa inmensidad con la sensación de tenerte a mi lado.
y finalmente cuando nos ibamos al hotelucho jajaja, sí era un hotel, nos cobraban la noche, no la hora. Era un hotel de mala muerte... la verdad no era de tan mala muerte, ya visite uno más feo. Al menos del que les estoy hablando era limpio y a mi en lo personal me gustaba porque me recordaba el espacio de alguna película mexicana, con la luz y la sombra, los mosaicos, verdes, antiguos y por 100 pesos (7dolares) que más podías pedir. Era una experiencia delirante para mi estar en esos cuartitos, era muy teatral, ese claroscuro que provocaba la luz del medio día entrando por las ventanas de mandera, cerradas, y junto con un tragaluz en el techo, los mosaicos verdes, la cama pues supongo que por el precio estaba bien. La luz florecente del cuarto no hacía gran diferencia. El agua fria de las regaderas, pero tu cuerpo, tu cuerpo sobre la cama, terminando de tener sexo, los dos con los cigarros en la mano y yo escuchando los latidos de tu corazón ahi pegado a tu pecho (jajaja, creo que este suspiro llego hasta la ventana de su casa)
También alguna vez estuvimos en otros lugares, una vez pagamos un hotel bien, y otra veces estabamos en casa de su familia. Ahi también paso algo padrísimo, después del sexo nos quedamos en la hamaca, nos quedamos dormidos y cuando desperté, como estaba nublado, parecía que era la luz del sol de la mañana, como si hubieramos dormido juntos toda la noche, y lo magnifico es que teníamos hambre, parecía como si estuvieramos tomando el desayuno con esas hamburguesas de promoción de burguer king.

Pero el recuerdo más bonito, al menos poéticamente, fue cuando nos despedimos en casa del sobrino de un amigo tuyo. No había nadie en la casa y tuvimos sexo, sabía que sería la última vez que tendríamos sexo como pareja, porque luego lo tuvimos una vez más pero fue muy tristes aquella ocación. Terminamos y encendiste la radio y cuando estaba por irme me abrazaste y sonó una canción en la radio... Desde que llegaste, no me quema el frio, me hierve la sangre, oígo mis latidos, desde que llegaste, ser feliz es mi vicio, contemplar la luna mi mejor oficio... Me abrazaste muy fuerte y luego empezaste a cantar... no te prometo amor eterno, porque no puedo, soy tripulante de una nube aventurero, un cazador de mariposas cuando te veo y resumido en tres palabras cuanto te quiero... nos empezamos a brazar más fuerte y a mover de lado a lado, y seguiste cantando, no me nació llorar, simplemente quería quedarme a tu lado, no quería irme, pensaba que iba a continuar y cantabas y las palabras que decías describían lo que estabas sintiendo... que me querías, pero que no llegarías al fin del mundo conmigo y escuche esas palabras tuyas "Cuanto te quiero" "a da ba ba ba ba se", terminó la canción, te di las gracias y salí de la casa, la abriste y yo la cerré, sabía que no era bueno que me acompañaras a la reja porque eso generaría tensión y los dos teniamos que procesar lo que había pasado. No fue hasta que estuve en el paradero del camión que me sentí a morir, no lloraba, tenía ganas de gritar JORGE, no lo hacía porque no podía salir el grito, además alguno de tus vecinos se podría enterar, y pensé que en cualquier momento iba a llegar corriendo y me dirías que ya no importaba nada, que me acompañarías al fin del mundo, que estabas arrepentido y que estabas decidido a ir conmigo a donde fuera y como fuera y con quién fuera, que tendrías la fuerza para vencer cualquier obstaculo y cualquier problema... llegó mi camión y me subí, volteé a ver hacia atrás y todavía con la esperanza de verte en la esquina, ver tu cuerpo sin moverse viendo al camión que se alejaba, no sucedió. y no sucederá.

y pues, pues ya así fue el final de mi primer noviazgo, triste, pero creo que lo más triste es que por cuestiones de trabajo tengo que estar en contacto con él. Ya en otro post escribiré porque me dolió tanto. Hoy, sólo me queda aquel abrazo que nos dimos hace poco en donde lo felicité por una obra que prensentó, que de repente confundí esa felicitación y lo abrace más de la cuenta y salí corriendo asustado, asustado porque sé que ya ha pasado mucho tiempo y que no puede ser y que él no tiene el valor para hablar conmigo de lo que pasó y de lo que esta pasando y yo soy cobarde porque no se lo digo, pero porque el tiene pareja y lo peor es que vive cerca de mi casa. La ruta de los camiónes que tomo para ir al centro o para el circuito de la ciudad pasa enfrente de su casa... todos los días volteo a ver si no está, si se aparece, si lo veo haciendo algo, cualquier cosa. Pero no, no lo he visto,veo el coche de su pareja estacionado en el garage, pero hasta ahí. A veces desde el ventanal de mi casa dirijo la cabeza hacia donde el vive. Sé que sigue viviendo ahi, es dificil poh.

Escribí este post porque escuché la canción de aquella despedida y me puse feliz de "recordar ese recuerdo" pero ahora que lo he terminado de escribir siento una presión en el pecho, como si fuera un golpe que no se quita la sensación del shock y el cosquilleo. Son las 9:42, quiero dormir temprano, quiero soñar algo bonito, quiero soñar que alguien me haga sentir como aquellas veces y que yo puedo amar a alguien con la única condición de que no se limite y que no le tenga miedo a la libertad. Wow, quiero dormir pensando en eso... quiero soñar con alquien así, quiero encontrarme con alguien así, quiero ser feliz, quiero vivir.

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