lunes, 16 de febrero de 2009

Cartita para José Enrique

jajaaj
como se fue le tiempo ¿no te parece? se fue volando. Mira como son las cosas, ya no es el mismo panorama de noviembre cuando te escribir la carta anterior. Ya no es el miedo y la nostagia por el futuro. Ahora es una carta más liberada, más sincera, no esta cargada de malas intenciones, ni de doble discurso, es una carta nostalgica del pasado y liberadora para mi.
Lo cierto es que con la musica que estoy escuahdno en estos momentos y con la cogida que le propocione a un desconocido, puede estar hablando demás. Lo cierto es que te lo diré bien claro los dos cambiamos, en noviembre, pensé que por quedarme tendría menos chance de cambiar. Ahora mi sospecha es que tu maduraste y yo cambié. La verdad no sé si maduraste o si cambiaste, lo que sí sé es que yo cambié y no madure y que no necesito de ti. No te necesito, puedo arreglarmelas sólo,
Es cierto yo te demostré cuanto te extrañaba hablandote a tu celular, pero lo cierto es en enero, ya no me nacio hablarte, te hablé por la presentación del contrato, que sí nos podrías prestar el escalón para la tarima...me lo dio tu mamá. No lo he devuelto, puede ser la excusa para ir a verte después de tu regreso.
Como dije en la carta anterior no te iré a ver al aeropuerto. Lo escribí en noviembre, lo escribo hoy, no te iré a ver porque siempre fui egoísta de ti. De eso me di cuenta con el paso del tiempo, yo siempre te quise para mi, pero Jose Enrique era de todos, y no sólo mio. Esta vez con justa razón eres de todos. Me imagino la escena, el grupo de gente esperando a las afueras de viajes internacionales, entonces, llegas y al verte la gente se emociona y te grita, tu corres dejando las maletas en el piso, abrazos, besos, gente cargandote en hombros. Todo dicen José Enrique, todos lo dicen. Y así te vas. Pero yo no soy parte de todos, yo me imaigno una escena diferente, tu llegando por la entra de vuelos nacionales, porque tuviste que tomar otro vuelo en DF, así que vienes con tus cosas, y te veo, te saludo, me ves, recoges tus malestas y no podemos esperar abrazarnos y decirnos "te extrañe mucho". Como ves las dos tienes razgos verdaderos y falsos. Lo cierto es que no te iré a ver, porque te quise nada más para mi, y eso no me lo puedes dar. Es egoísta pero lo entendí, lo superé, eres mi amigo y hasta ahí.
Sin mentir te digo... no me estoy escondiendo, simplemente tengo prudencia y distancia. Ya después hablaremos. Porque he sentido que vienes con esperanzas de verme, pero también con otras intenciones. Sabes, sí te quiero, pero lejos estamos mejor.
Así tenía que ser, Así sería y soy feliz así. Sé que tengo un buen amigo, y sé que vendrás y cuando te vea te daré un gran abrazo, pero eres mi amigo. ¿coger? no lo sé, lo que sí se es que nos destruimos cuando estamos los dos juntos. Eso es lo que pienso, ¿qué si cambiará mi forma de pensar? puede ser. No lo sé, lo averiguaré cuando te tenga enfrente.

José Enrique
Bienvenido/Welcome

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